Descripción del producto
La fragancia Chicle de fresa empieza su sensacional su composición con placenteras notas afrutadas
dulces, donde destaca la fresa. Su fabulosa trayectoria prosigue con suaves notas avainilladas. Su
chispeante aroma es ideal para espacios infantiles, donde la alegría y la diversión estarán presentes.
Contenido: 1000 ml. / 500 ml. / 250 ml.
Aroma concentrado para difusor de fragancias nebulizador.
Fragancias con base de aceites esenciales de alta concentración elaborados para su utilización en difusores de aromas nebulizadores. Elaboradas con esencias de
gran calidad y pureza. Su sistema de difusión permanente, nos ofrece una aromatización continuada, uniforme, de alta calidad olfativa y con unos costes muy bajos.
Los ambientadores profesionales Centhylon permiten perfumar tu negocio y hogar de una manera eficiente y perdurable.
Disponemos de ambientadores manuales, difusores de aromas automáticos y difusores de fragancias por nebulización.
El chicle de fresa en el marketing olfativo. Una explosión de alegría y energía para espacios infantiles.
El ser humano es capaz de identificar 200 colores aproximadamente. Sin embargo, puede distinguir más de 10.000 aromas diferentes. El cerebro puede reconocer nítidamente un 65% de los aromas con precisión pasado un año.
El marketing sensorial o sensory branding, tiene la función de estimular los sentidos de los usuarios para transmitir ciertos valores y permitir que la experiencia de compra sea más satisfactoria.
La utilización de marketing olfativo, así como imágenes y música, se convierten en un excelente aliado para acceder a los clientes sin su permiso, ya que penetra en el inconsciente, donde se toman el 95% de las decisiones de compra.
Nuestros ancestros ya masticaban el chicle, o tzictli en náhuatl. Era una savia de goma aromatizada que se obtenía del árbol Manikara zapota o chicozapote y procedía de México y zonas tropicales de América del Sur y América Central. Hasta los años 50 los fabricantes utilizaron ésta savia.
En Suecia se encontró el que se considera el chicle más antiguo. Se trata de una resida de abedul con una antigüedad de 9.000 años. En ella se observaba la marca de la mordida de los dientes de un hombre de la edad de piedra.
Fue en 1870, cuando el inventor y fotógrafo Thomas Adams, fue el pionero en comercializar el chicle agregando azúcar y aromatizantes. Posteriormente fundó su compañía, inventó una máquina para producir en gran escala y una máquina expendedora.
Fueron los soldados estadounidenses, en la segundo guerra mundial, que lo utilizaban para reducir el estrés y calmar la ansiedad, quienes llevaron el chicle a Europa.
Pirámide olfativa
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